Hoy nos enfrentamos a tres problemáticas medioambientales que nos interpelan a todas y todos y nos urge tomar acción de una u otra forma.
1. El calentamiento global
La primera problemática es el calentamiento global. Este fenómeno, producido por el aumento de gases de efecto invernadero (GEI), ha provocado un aumento paulatino de la temperatura en la superficie de la tierra. Lo percibimos en olas de calor, inundaciones y lluvias extremas, que hoy ocurren cuatro veces más a menudo que en 1980. En la raíz del fenómeno está el uso de combustibles fósiles, por lo tanto, se hace tremendamente necesaria la migración hacia energías renovables y la optimización de los consumos energéticos, especialmente en la industria y el transporte.
2. La escasez del agua
La segunda problemática, que es consecuencia del calentamiento global, es la escasez de agua. Chile ya percibe sus efectos. Los datos de los últimos 10 años muestran que la sequía abarca la zona central y norte del país. En la región de Valparaíso la escasez de lluvias de los últimos años es solo comparable con la de 1900. Por otra parte, la cordillera andina está teniendo una baja acumulación de nieve, producto de las bajas precipitaciones y las altas temperaturas. Es menester realizar acciones para poner freno a esta situación. Las empresas pueden contribuir en esta materia tomando medidas como optimizar sus consumos de aguas, cerrar circuitos internos y recuperar las aguas residuales. Ello, de cara a una producción sostenible.
3. El manejo de residuos
Finalmente, la tercera problemática ambiental es el manejo de residuos, a lo que mal llamamos basura.
La generación de residuos sólidos municipales (RSM) en nuestro país ha ido en aumento: en el año 2000 generábamos 295 kg/cápita anuales de basura, en 2018 esta cifra llegó a 440 kg/cápita anuales. Por otra parte, nuestros rellenos sanitarios solo cuentan con 12 años más de vida útil y reemplazarlos es complejo. No resulta fácil encontrar terrenos para instalar nuevos vertederos: las comunidades locales no quieren basura en su entorno, se debe encontrar un lugar donde no se contaminen las aguas subterráneas, además los terrenos pierden valor ya que no podrán utilizarse para otros fines. También, el manejo de los vertederos acarrea otros problemas medioambientales, dado que el apilado de la basura, su compactación y el proceso de tapado con tierra genera descomposición que, en ausencia de oxígeno, produce dióxido de carbono y metano, ambos gases causantes del efecto invernadero. Se indica que los vertederos serán los responsables del 10 % de las emisiones de GEI al 2025.
Si sumamos estos datos, podríamos deducir que no vamos por buen camino.
Chile y la Ley REP
Afortunadamente en Chile, país que quiere ser pionero en el manejo responsable de residuos, ya cuenta con algunas iniciativas tendientes a reducir los desechos que van directo a los vertederos. Al respecto, se aprobó la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP) y creó una Hoja de Ruta Nacional de Economía Circular que apunta a reducir al año 2040 en un 25 % los RSM.
Ambas iniciativas buscan, en primera instancia, cambiar nuestra costumbre de consumir y desechar, y así evitar la generación de desechos. En caso de que estos se generen, el objetivo es que se reutilicen y, si esto no es posible, que se reciclen, como última opción antes de ser enviados a un vertedero.
Frente a estos problemas, todas y todos podemos tomar acción de alguna y otra forma.
¿Cómo Tomar Acción?
Hoy existen diversas herramientas que ayudan a las empresas a avanzar en la creación e implementación de políticas internas orientadas a la reducción de sus emisiones de GEI, la optimización de sus consumos de aguas y la revalorización de sus residuos. También todas las personas podemos contribuir a través de cambios en nuestro día a día.
- Lo primero que debemos aprender es intentar rechazar o dejar de consumir lo que realmente no necesitamos.
- Por otro lado, consumir de frutas y verduras de la estación.
- Utilizar otras formas de movilidad como el transporte público y el uso de la bicicleta, aportan considerablemente a reducir las emisiones de GEI.
- También podemos bajar nuestros consumos de agua y energía a nivel domiciliario y, podemos reducir nuestros residuos a través de la reparación de aquello que sea posible (electrodomésticos, ropa, zapatos, entre otros).
- La separación de los residuos, el compostaje, entre muchas otras pequeñas acciones.
¿Quieres tomar acción con tu Empresa?
En Aporto te invitamos a trabajar en conjunto para alcanzar una Economía Sustentable y Circular, que nos permita avanzar en responder nuestras necesidades sin interponernos en el desarrollo de nuestras futuras generaciones.
Escrito por:
Loreto Contreras R.
Especialista en Procesos – Consultora Aporto.
