El Fast Fashion y la Sostenibilidad

septiembre 19, 2021 Artículos, Destacado Sitio Web, Post

Fast Fashion

La moda rápida o Fast Fashion es un modelo de negocios que se caracteriza por la creación de muchas colecciones cortas durante el año (incluso 52 anuales), que se comercializan a bajo costo. Las prendas están pensadas para tener una vida útil corta y ser reemplazadas de manera habitual. Se estima que una prenda es utilizada solo 7 veces antes de ser descartada.

Es un lucrativo negocio, por cierto. Sin embargo, ambiental y socialmente se aleja bastante de la sostenibilidad.

¿Por qué el Fast Fashion no es Sostenible?

La sostenibilidad es un enfoque que se construye a partir de tres aristas: económica, medioambiental y social.

Es decir, para que una empresa sea sostenible debe serlo económicamente, pero también sostenible en términos medioambientales, esto es, sus procesos no deben impactar negativamente el ambiente en ninguna de las fases de su cadena de valor. Y también, estos mismos procesos no pueden ir en desmedro del bienestar de las personas.

Desde esta mirada, la industria de la moda y textil, en específico la fast fashion, no es sostenible.

Algunas preguntas para la Industria

Quienes participan en la industria de la moda y textil en sus distintas etapas (diseño, producción, consumo, entre otras) han comenzado a interpelar a la industria con preguntas tales como ¿Quién hizo estas telas? ¿Quién hizo mi ropa? ¿se trata de trabajos dignos? ¿son producciones contaminantes? ¿Cuál es su huella hídrica? ¿De qué materiales están hechas las prendas que usamos?

Muchas de las respuestas son desalentadoras: consumos hídricos desenfrenados, contaminantes en los procesos, elementos tóxicos en la ropa que usamos. Su impacto ambiental es brutal, de hecho, la producción de moda y textil se posiciona en el segundo lugar de industrias más contaminantes a nivel mundial.

La mala fama de la Industria Textil

En términos sociales, la industria de la moda y textil recibe muchísimos y justificados cuestionamientos. Esto porque propicia malas prácticas laborales tales como bajos salarios, condiciones paupérrimas de seguridad, entre otros. Sobre este punto un dato que no es menor: se estima que 65 millones de personas trabajan directamente en la industria. De esas, el 80% serían mujeres. Es decir, millones de mujeres expuestas a explotación y maltrato laboral. ¿Se puede hacer algo? ¡Por supuesto que sí!

Vayamos hacia una moda Sostenible

La cadena de valor de la industria de la moda y textil es compleja y variada. A grandes rasgos incluye la producción de materias primas, la fabricación de fibras y telas, el diseño de las prendas, la confección de éstas, su distribución, uso y descarte. De hecho, independiente del lugar del proceso donde nos situemos, todas y todos podemos hacer algo, porque en todas estas áreas se puede intervenir y hacer mejor las cosas.

Las Iniciativas para convertir una Industria en Sostenible

En distintas partes del mundo se multiplican las iniciativas que buscan hacer de la moda y textil una industria sostenible. Es decir, transitar hacia un modelo que no solo busque la rentabilidad, sino que minimice sus impactos medioambientales y que no propicie ni perpetúe desigualdades ni menoscabo hacia las personas. Insistimos, las principales laborantes de la industria textil son mujeres.

En Chile también existen iniciativas, grandes y pequeñas, que están propiciando la transición hacia la moda circular.

SISA

(IG: @shopsisa) diseña moda atemporal: prendas que pueden ser redescubiertas año a año. Además, trabajan con productores locales y adhieren a los principios del comercio justo.

Ecocitex

(IG: @ecocitex Web: www.ecocitex.cl) iniciativa de reciclaje textil que tiene por fin eliminar el desecho textil de Chile y que, a la vez, aporta socialmente a través de la donación de ropa y abrir oportunidades laborales para que mujeres que han estado privadas de libertad.

QuintaTrends

(IG: @quinta_trends Web: www.quintatrends.com)  desde 2007 se enfoca en la moda de autor en el contexto latinoamericano. Esta iniciativa porteña también ha generado un espacio para reflexionar sobre moda, sostenibilidad, feminismo y tecnología llamada @elnuevovestir.

La lista no se agota aquí, hay otras que también merecen de tu atención: www.camaradisenasustenable.cl, www.ecofibrachile.cl, www.modulab.cl y www.fashionrevolution.org entre otras.

Conclusión

Todas estas iniciativas ya abrieron el camino hacia una industria textil sostenible. Surgirán más porque todas y todos podemos hacer algo al respecto. Tanto personas como empresas e instituciones, pueden apuntalar el tránsito hacia una industria textil sostenible incorporando dos preguntas básicas ¿quién hizo mi ropa? y ¿qué pasa cuando una prenda sale de mi closet? Éstas nos llevarán a tomar conciencia, y ello, guiará nuestras elecciones personales e institucionales. Decisiones que tenderán a buscar alternativas innovadoras, creativas, amigables con el medio ambiente y comprometidas con el bienestar de las personas.

Escrito por: Paula de la Fuente Stranger

Antropóloga Social, Especialista en Género


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