El Estado no hace nada.
Es una de las frases más comunes que escuchamos quienes nos dedicamos a la economía circular y sostenibilidad empresarial. Preguntas como, ¿por qué no hay una ley que prohíba esto, o un beneficio que promueva lo otro?
Innovar requiere un cambio de Hábitos
La innovación y el cambio social siempre suceden antes que el cambio en las normas, eso es un hecho. Además, todos los cambios traen resistencia, son procesos, y toman tiempo. Incluso si estamos todos de acuerdo en que es un buen cambio, no sucede de un día para otro, y si cuesta mucho cambiar nuestros hábitos, imagínense cambiar la forma de cómo consumimos.
La buena noticia es que, en el caso de Chile, los esfuerzos de cambio se han ido alineando entre todos los actores de nuestro ecosistema, desde el Estado, las empresas, las organizaciones sociales, los Gobiernos Regionales, la academia y las comunidades. Y estos son hitos de tremenda importancia, ya que como país hemos tomado un gran camino hacia la sostenibilidad y economía circular, y nosotros ciudadanas y ciudadanos debemos hacer nuestra parte, conociendo estas iniciativas, y premiando a las empresas que se la juegan por un mundo mejor, como también quitar nuestro apoyo a aquellas que hacen greenwashing o ‘engaño sostenible’, pero de este tema hablaremos en otro artículo.
Acuerdos Nacionales y Marcos Normativos
Entonces, acá les muestro algunos acuerdos nacionales, marcos normativos, y esfuerzos comunes que se realizan en Chile hacia una economía circular y más sostenible, para que revisen oportunidades, fondos, y cómo trabajar en conjunto con los actores del ecosistema en algunos cambios que nuestra sociedad necesita.
1. Hoja de Ruta para un Chile Circular al 2040 (Link Hoja de Ruta)
La visión de la hoja de ruta es que, al año 2040, la economía circular regenerativa impulse a Chile hacia un desarrollo sostenible, justo y participativo que ponga el bienestar de las personas al centro; esto, a través del cuidado de la naturaleza y sus seres vivos, la gestión responsable y eficiente de los recursos naturales, y una sociedad que usa, consume y produce de manera sostenible y consciente, fomentando la creación de empleos verdes y oportunidades para personas y organizaciones a lo largo del país.
2. Ley REP (Link a la Ley)
La Ley N° 20.920 de Fomento al Reciclaje y Responsabilidad Extendida al Productor, más conocida como Ley REP, es el nuevo marco legal en materia de residuos y de fomento al reciclaje. Esta Ley tiene por objeto disminuir la generación de residuos y fomentar su reutilización, reciclaje y otro tipo de valorización, a través de la instauración de la Responsabilidad Extendida del Productor (REP) y otros instrumentos de gestión de residuos, con el fin de proteger la salud de las personas y el medio ambiente.
3. Pacto Chileno de los Plásticos (Link)
El Pacto Chileno de los Plásticos (PCP) se suscribió en abril de 2019 liderado por Fundación Chile y el Ministerio de Medio Ambiente, con el objetivo de repensar el futuro de los plásticos reuniendo a todos los actores de la cadena de valor: empresas, sector público y ONGs. La iniciativa se enmarca en la Red Global de Pactos por los Plásticos lanzada en 2018 por la Fundación Ellen MacArthur en Reino Unido.
4. Circula el Plástico (Link)
Circula el Plástico es la bajada chilena del Pacto Chileno de los Plásticos, que busca acercar a la ciudadanía el desafío de avanzar en una economía circular de los plásticos.
5. Hoja de Ruta Economía Circular Construcción (Link Hoja de Ruta)
Buscan que seamos un país que gestiona de forma eficiente los recursos en el ciclo de vida de los proyectos de edificación e infraestructura, involucrando a todos los actores de la cadena de valor, en el marco de una economía circular, con el objetivo de alcanzar una gestión ambientalmente racional de los residuos, impactando positivamente en los ámbitos social, ambiental y económico.
6. Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos (Link PDF)
La estrategia se propone como meta pasar de un 1% a un 66% de valorización de los residuos orgánicos generados a nivel municipal al 2040. En concreto, busca que la ciudadanía genere sustancialmente menos residuos orgánicos y separe en origen aquellos que no logran evitar, en sus hogares, comercios, oficinas, establecimientos educacionales, parques, mercados y ferias libres, además de contar con infraestructura, equipamiento y sistemas logísticos que permitan que los residuos orgánicos sean utilizados como recurso en la producción de mejoradores de suelo, energía eléctrica y/o térmica.
Escrito por: Cristian Zegers Cádiz, Ing. en Administración de Empresas, Magíster (c) Cooperación Internacional para el Desarrollo y Especialista en Economía Circular.
¿Conocías estas iniciativas?
Si quieres aprovechar estas oportunidades en tu empresa y generar mayores utilidades sostenibles, escríbenos a Aporto Consultoría y acompañaremos a tu equipo en este camino.
